Yendo de camino hacia el Teide pudimos disfrutar de la vista de un inmenso mar de nubes. Este fenómeno también conocido con el nombre de panza de burro es cacterístico en las islas más altas de Canarias (aunque también se da en algunas zonas de Perú y Chile).
El motivo por el cual se produce este fenómeno es por la acumulación de nubes que traídas por el viento chocan contra las altas montañas; el aire que circula por encima de ellas es cálido con respecto al que circula por debajo, lo que evita que las nubes asciendan y pasen por encima de las cumbres. De esta manera quedan "atrapadas" en lugar de continuar su camino de manera normal. La cota de altura de estas acumulaciones de nubes se mueve en el rango de entre los 500 y los 1800 metros de altura, y es todo un privilegio poder observarlas, tanto desde arriba (que es el caso de estas fotografías), como desde abajo.
Ante semejante espectáculo no podíamos dejar pasar la oportunidad de sacar la cámara, y usando el tripode y un disparador remoto por cable hicimos una serie de disparos con diferentes exposiciones: dos fotografías subexpuestas, una un paso de diafragma y la otra dos pasos; y otras dos fotografías al contrario, osea una sobreexpuesta un paso de diafragma y la otra dos pasos.
Tuvimos que darnos mucha prisa en tomar las fotos, por que el Sol no esperaba y en cuestión de no más de quince minutos había desaparecido.
El resultado, después de haber solapado las cuatro fotografías con un editor gráfico, es esta imagen de alto rango dinámico (HDR).
A los pocos minutos, cuando el Sol terminó de ocultarse debajo de las nubes, hicimos otra serie de disparos de manera similar a los anteriores. En ese momento el color del cielo se llenó de los tonos cálidos y rojizos tan característicos de los atardeceres de verano.
Lo que puede verse al fondo de la imagen son las cumbres de La Palma que sobresalían por encima de las nubes.
